Paralímpicos, el deporte de los fuertes.

Detrás de los deportes paralímpicos siempre se encuentra un gran deportista, pero sobre todo una gran historia. Para poder ser un deportista de esta categoría tienes que calificar dentro de los 10 niveles de calcificación de discapacidad; la escala es la siguiente (10) deterioro de la fuerza muscular, (9) deterioro en el rango del movimiento pasivo, (8) discapacidad en las extremidades, (7) diferencia de longitud en las piernas, (6) baja estatura, (5) hipertonía, (4) ataxia, (3) atetosis, (2) discapacidad visual y (1) discapacidad intelectual. 

Todos lo tipos de discapacidad mencionados anteriormente se derivan de nacimiento, en algunos casos de accidentes o de enfermedades es aquí donde empiezan los retos. Ser un deportista profesional es un sacrificio para el cual las personas se preparan desde que nacen, requiere de dedicación, horas interminables de entrenamiento, alimentación especial y en algunos casos reubicarse de cuidad o país. Todas estas condiciones son bastantes difíciles y si a esto le sumamos una discapacidad la voluntad es doble. 

Es por esto por lo que para mi, los deportistas paralímpicos están hechos de un valor diferente. La tenacidad que se requiere para no solo afrontar la adversidad y aprender a vivir con ella diariamente es todo un reto en si solo, el poder enfocar la discapacidad por lograr algo extraordinario no se le da a cualquiera. Encuentro inspirador y digno de admiración los eventos paralímpicos, en los cuales no importa el deporte o la sede la discapacidad nunca es el centro de atención.

La superación es algo que todos podemos lograr, sin importar las dificultades o las pruebas que nos ponga la vida siempre tenemos la opción de hacer lo mejor con lo que tenemos. Los deportistas paralímpicos no solo nos demuestran su gran capacidad en las competencias, nos demuestran que el deporte es para los fuertes, los que saben de superación y están dispuestos a todo por alcanzar sus metas.