¿Cuál es el destino final del print?
Por: Camila Rubio Charles
La imprenta de Gutenberg fue la encargada de llevar a los
libros, autores y la población a un nuevo nivel de cultura. No nos daríamos
cuenta del impacto que esta llegaría a tener hasta tres siglos después cuando
llego al continente americano no solo este invento sino un repertorio de
conocimiento.
Con la llegada de todo este conocimiento a nuestro nuevo
continente, convierte a la población en una sociedad hambrienta por nuevas
historias, curiosidad sobre temas nunca antes vistos, deja a su paso una sociedad que se transporta a
diferentes universos y realidad a través de esta herramienta.
Y así es como nace el libro, una palabra que proviene de
vocablo latino liber, que significa
corteza de árbol. Representando en una sola palabra siglos de historia, de
evolución de materiales de escritura, los cuales cambiaron según el
conocimiento fue evolucionando y que resulto en los libros que podemos adquirir
en las librerías actualmente.
“El libro constituía un pedestal para toda la humanidad,
una escalera hacia el conocimiento en que cada nuevo libro marcaba el progreso
e imponía nuevas fronteras.”
Los libros se convirtieron en una herramienta utilizada
no solo por la gente que llegaba a tener acceso, sino que fue uno de los
aliados principales de los gobiernos; fue el lenguaje del poder, el modo de
relación de los colonizadores. Este instrumento apoyo a la evangelización de
los mexicanos cuando los españoles habían conquistado México, el tener códices
e ilustraciones permitía crear un puente de dialogo con la comunidad indígena.
Nueva España al convertir el invento de la imprenta con
su nueva conquista, trajo consigo a llegada de Juan Pablo. El cual con el
debido permiso real publico una serie de textos religiosos: La breve y más
compendiosa doctrina cristiana, La doctrina breve muy provechosa de las cosas
que pertenecen a la fe católica y a nuestra cristiandad, La doctrina cristiana
más cierta y verdadera, La regla cristiana breve y la doctrina cristiana en
lengua española y mexicana. Este fue el que abrió camino para que diversos
autores (Antonio Ricardo, José de Pineda Ibarra) publicaran sus obras en
nuestro país, los cuales se limitaban a tratar temas meramente religiosos.
Este fenómeno se derivaba del control que tenía la Real
Audiencia sobre el contenido publicado y distribuido en México. La censura fue
un problema latente pues sin permiso real era imposible que alguien llegara a
leer cualquier cosa que desearas publicar, la santa inquisición fue uno de los
organizamos encargados de vigilar que no se infiltrara ningún tipo de ideología
contraria a las normas, costumbres y tradiciones que los españoles manejaban.
Nunca se imaginarían que este instrumento que tanto
resguardaron en los tres siglos de dominio que se vivió en la colonia, el cual
era exclusivamente para evangelizar se convertiría en un arma de doble
filo. Pues sería el instrumento que
permitiría llevar a cabo la independencia de este yugo opresor que
representaban los españoles para el pueblo mexicano.
Si en la actualidad podemos abordar la historia que
compartimos los pueblos latinoamericanos es debido al patrimonio documental que
nuestros antepasados nos heredaron. Gracias a esto podemos aprender de cómo es
que crearon una identidad que diferenciaba a las culturas, como era que
interactuaban entre ellas y la diversidad que estas aportaron a nuestros
países. Todo esto fue documentado a través de tres siglos de colonia en los
cuales se vivieron diferentes movimientos sociales los cuales nos remontan al
país que somos hoy.
Entre las mejoras en la imprenta y la reducción de costos
de producción surgió un nuevo fenómeno a nivel mundial, el florecimiento de la
novela en el siglo XIX. En USA las novelas eran baratas y se centraban en historias
de aventuras y de vaqueros, las cuales fueron atrayendo cada vez más lectores;
con esto se crea la democratización de los libros y se convierten por ende en
un medio de comunicación masiva.
Esto genero la creación de los libros de bolsillo, estos
eran ediciones pequeñas y baratas de libros con pasta dura que ya habían
probado su demanda. Eran sumamente accesibles pues los encontrabas en puestos
de revista, estaciones de tren, librerías, farmacias etc.
Este auge no duro mucho pues al empezar el siglo XX los
hermanos Lumiére fueron los encargados de darle imagen a nuestra imaginación,
fueron los primeros que aterrizaron ese contenido que solo se podía
imaginar o platicar pero no ver. En
cuestión de tiempo la poesía era remplazada por la canción y la novela por la
película, pues esto era más rápido y entretenido para el hombre que el sentarse
a leer.
De los medios de comunicación se podría decir que el
libro dado a su alcance es el menos “masivo” dado a que en términos de público
que alcanza es en función de la magnitud de la industria. Existe una relación
directa entre los autores, editores y lectores lo cual hace de los libros
medios fundamentalmente diferentes de otras formas de comunicación masiva.
Pese a la historia literaria del continente americano y
su contribución con el conocimiento cultural existe un índice bajo de lectura
de acuerdo con las estadísticas. El único país perteneciente a nuestro contiene
que aparece en el ranking es estados unidos en la cuarta posición, esto nos
indica que de todos los países que conforman el continente solo uno tiene la
costumbre o virtud de leer. Siendo algo absurdo pues México y Brasil son unas
potencias editoriales a nivel mundial, aunque su misma población no sea la
consumidora del producto.
La industria editorial está sometida a las mismas
presiones financieras e industriales que sufren las demás, se tienen que
enfrentar a los cambios tecnológicos, las nuevas tendencias y preferencias de
las generaciones entrantes. Sin embargo el paso del tiempo nunca ha logrado
hacer desaparecer a los libros pues estos son agentes de cambio social, son
depósitos de cultura, son la ventana al pasado, presente y futuro y son la
fuente de un desarrollo personal; estas son cualidades que los diferentes
medios de comunicación no podrán igualar.
Nuestra realidad es constantemente cambiante, la gente es
cada vez más compulsiva, compra por un falsa creencia de necesidad o de vacío;
ya no es importante la aportación o beneficio que una compra pueda traer más
que el placer inmediato de adquirir, de sentir que se tiene ese poder de
adquisición y de demostrar ante la sociedad que se es igual o superior a los
demás.
Dado esto creo que los libro siguen esta tendencia,
actualmente podemos ver que los libros que más venden no son necesariamente los
que tienen mejor redacción, contenido, imágenes o presentación. Todo esto quedo
en el pasado, antes estos factores eran la clave del éxito para que un autor y
su casa publicadora pudieran tener éxito. Lo que la gente lee y hace que un
autor llegue a la cumbre es la opinión popular, en cuanto un libro logra
posicionarse entre los lectores regulares y estos lo consideran lo
suficientemente bueno para ser recomendado o regalado, comienzan una cadena,
resultando en la creación de una necesidad en un grupo social que se
transmitirá a otro y la cadena solo seguirá esparciéndose.
Todo esto se da de manera en que el libro es simplemente
un libro, a lo que me refiero con esto, es que solo es una impresión. En el
momento en que una casa productora fija sus ojos en un libro, esto hace que la
cadena que antes mencionaba deje de existir y solamente por la idea que la película será basada en un libro
el público siente la necesidad de adquirirlo para saber la historia antes de
que tener que esperar a que salga en el cine y luego después de verla en el
cine poderla comparar con la imagen mental que ellos habían creado de este.
El futuro de los libros es incierto, pues el consumo del
producto físico va en decadencia, es más fácil para el hombre siglo XXI tener
un aparato que te proporcione todos los libros de una manera electrónica, que
estar cargando individualmente un solo libro. Este realmente es el futuro de la
imprenta el llevar esos contenidos que ofrecían de manera impresa en manera
digital, permitiendo que la información esté al alcance inmediato del
consumidor.
Puedo afirmar sin temor a equivocarme que los libros impresos nunca van
a desaparecer, pues al empezar a ser escasos se empiezan a cotizar más y a ser
más escasos entre la población, convirtiendo a quien lo tiene en todo un
coleccionista de lo antiguo. Es claro de que la manera de trascender y perdurar
de los libros siempre será a través de las bibliotecas, las cuales en unos años
serán las únicas que contengan libros físicos. Pese tiempo, tecnología y
constantes tendencias cambiantes los libros han sabido superar estos obstáculos
y perdurar en el tiempo, colocándose como fuente primordial de cultura la cual
lleva al lector a adquirir un conocimiento inigualable, es por esto que yo creo
que el arte de la lectura nunca desaparecerá.
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